La Nueva Objetividad

Una generación de artistas, frente a la nueva situación política, formaron el Grupo de Noviembre, un grupo de expresionistas, cubistas y futuristas radicales. Su extremisto se limitaba al ámbito artístico, pero ya en el 1921 apareció la Oposición al Grupo de Noviembre. Es el origen de la Nueva Objetividad, o en alemán Neue Sachlichkeit. 

No fue hasta 1925, en la Kunsthalle de Manheim, dónde se le dio nombre al movimiento gracias a la exposición Nueva Objetividad, Pintura alemana des del expresionismo. El  crítico G.F. Hartlaub atribuyó el nombre a un nuevo estilo artístico que rescataba principios expresionistas con un propósito crítico con la política y la sociedad de su tiempo. La Nueva Objetividad recoge los objetivos de la Oposición al Grupo de Noviembre, la superación de las mezquindades estéticas de la forma mediante la objetividad fruto del disgusto hacia de la sociedad burguesa. 

Con ese propósito, artistas alemanes como Grosz, Dix, Drexel o Beckman, intentaban reflejar el mundo abusivo y anárquico en el que se encuentran. Buscan la verdad de la sociedad de sus días de un modo impasible y objetivo. Se propusieron mostrar en sus obras la burguesía, los militares, la Iglesia y todos aquellos quienes originaron, promovieron o se favorecieron de la guerra. Así, presentaban al mundo una imagen cruel, inhumana e inmoral de la sociedad. 

El carácter social de la Nueva Objetividad impide la introspección psicológica del artista, la proyección emotiva del autor expresionista, el espiritualismo o la experimentación constructivista. No obstante, a lo largo de los años 20, aprovecha las posibilidades vanguardistas con el objetivo de centrarse y participar en la realidad social y política, representándola de manera fría y despiadada. Así pues, Franz Roh designó este movimiento como Realismo Mágico, dado el carácter provocador de su lenguaje.
 
Podemos resumir las principales características de la Nueva Objetividad en los siguientes puntos:
1. Alejamiento y rechazo de las propuestas sensoriales y subjetivas del cubismo, futurismo y expresionismo. Refleja el realismo a través de un lenguaje objetivo.
2. Figuración crítico-satírica tratada de manera agresiva y ácida a través del dibujo caricaturesco, de gran libertad expresiva.
3. Representación ambivalente de la realidad. Evitan trasladar la emoción a la obra, aunque tanto el autor como la creación se encuentran implicados en la problemática social y política.
4. Gran limpieza visual gracias a contornos bien perfilados y trazos enérgicos. Se trata de una técnica minuciosa y precisa, mediante el uso de pinceles finos. De esta manera, se consiguen aportar muchos detalles. Éstos se convierten en una arma, para hacer reaccionar al espectador delante de los horrores sociales. 
5. Temáticas centradas en la denuncia social, destacando los elementos sórdidos y pobres de la realidad. La corrupción, la guerra, la deshumanización de la vida, la vida urbana, los ambientes industriales, la miseria o la prostitución son algunos ejemplos.  El espectador percibe un collage de los diferentes aspectos del mundo perjudicado, fragmentado y destruido en el que vive.
6. Las personas y objetos aparecen representados de manera sólida, mecánica, desindividualizada, incluso caricaturesca.
7. Composiciones estructuradas, aunque con intención narrativa, donde predominan los colores fuertes, generalmente contrastados con el negro. La obra de Beckman puede servir de ejemplo.
8. Los principales focos de la Nueva Objetividad en Alemania se localizan en las ciudades de Berlín, Munich, Dresde, Colonia y Hannover. Aunque los representantes del movimiento son sin lugar a dudas son  Otto Dix(1891-1968), George Grosz (1893-1959) y Maz Beckmann (1884-1950), también destacan Christian Schad (1894-1982), Kate Kolwitz (186-1945) o Georg Scholz (1890-1945).

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