Pintores Nueva Objetividad

Los principales pintores de la Nueva Objetividad en la pintura fueron Otto Dix (1891-1968), George Grosz (1893-1959) y Max Beckmann (1884-1950).

Otto Dix
Dix vivió la experiencia del Frente Occidental durante la Primera Guerra Mundial, por lo que supo plasmar la brutalidad de la guerra y el sufrimiento. Sus obras son un testimonio intenso de las atrocidades vividas por los millones de muertos y heridos. La serie de cincuenta grabados que inició el 1924, por la que fue acusado de derrotista, le ayudó a encontrar un camino liberalizador de los espantosos recuerdos.

La Nueva Objetividad y las posibilidades expresivas del aguafuerte le permitieron mostrar su percepción de la guerra, los horrores, crueldades y barbaridades que se produjeron. A través del aguafuerte pudo también reflejar mundo de sombras y tinieblas en el que se encontraban sus dolorosas memorias.



El autor refiere el mismo como las escenas de heridos llegan a ser no sólo dolorosas, sino también repugnantes. Las muecas de tortura, los rostros deformados y los cuerpos aplastados, despedazados y calcinados acercan de manera extrema el espectador al conflicto. El propio autor lo expresó así:
Mirando cuadros antiguos he tenido la impresión de que falta por exponer una parte de la realidad, lo repulsivo. La guerra fue una cosa repulsiva, y pese a todo imponente, no podía perdérmela. Hay que haber visto a los hombres en ese estado voraginoso para saber algo sobre ellos

Aún el tormento subyacente de estas obras, su etapa de Nueva Objetividad que arrancó el 1919 fue la más fructífera de su carrera artística. El óleo Mutilados de guerra, el que dio paso a la estética de lo repulsivo y horripilante en su generación de pintores.


George Grosz
Para Grosz, la Primera Guerra Mundial también supuso un giro en su producción artística. La simplificación gráfica que caracterizaba las primeras obras se agudizó hacia 1915-1917, cuando pasó a tratar el conflicto y el hundimiento moral que significó la derrota prusiana. Sus dibujos y caricaturas, publicados en las revistas Ecce Homo (1923) y El rostro de la clase gobernante (1921), estaban impregnados de una gran carga satírica y reflejaban las condiciones de vida de la posguerra alemana.

Su experiencia en la guerra, en la que participó como voluntario, le aportó las visiones urbanas apocalípticas y violentas que posteriormente trasladó a sus litografías. Así pues, las caricaturas políticas muestran la Alemania de la República de Weimar, a los verdaderos responsables de la situación por la que pasaba el país y las víctimas de todo ello. Grosz utiliza una expresión violenta, dramática y decidida para tratar escenas repulsivas sobre muerte y destrucción desde una perspectiva irónica y comprometida con las clases marginadas. Los personajes de estas obras, como en el caso de Dix, son la ciudad y sus elementos más negativos- prostitutas, asesinos, lisiados, entre otros.

Su obra más importante es Metrópolis (1916), en cual, como en la mayoría de sus piezas, se aprecia la atmosfera apocalíptica y el ambiente de locura e inseguridad social derivado del conflicto que vivía la sociedad europea.









Max Beckmann
Los primeros signos de su pintura aparecen en Gran escena de duelo (1906), obra que refleja el impacto causado por la muerte de su madre. No obstante, igual que para Dix i Grosz, fue la Primera Guerra Mundial la que dio sentido a su carrera artística. Beckman también participó activamente, este caso como enfermero, y pudo ser testigo de las brutalidades sucedidas en el conflicto. Así pues, su pintura trata la dramática existencia humana durante la guerra mediante un estilo incisivo. La Noche (1919) es quizás su obra culminante, en la que se representa una aterradora escena dónde los personajes se muestran deformados y expresan la tortura a la que son sometidos. Otras obras significativas son Rostros (1918) o Infierno (1919).

Su producción artística está formada por retratos, y autoretratos, escenas urbanas y bodegones. A lo largo de sus obras se observa la percepción trascendental y atormentada de la realidad social de sus días.

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